"Hay lecciones de vida que sólo entenderemos a base de heridas impredecibles, tropiezos y caídas al suelo.

Son muchas las veces en las que el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe.

Este año me encontré ante un abismo de decepciones, de sueños rotos, y de sin razones que hicieron de mis ilusiones cenizas.

Pero ante la más absoluta oscuridad siempre hay un rayo de luz.

Una persona con alma extraordinaria aportó esperanza y transparencia a este mundo carente de verdad.

Volví a creer en la bondad, en que la artesanía solidaria y respetuosa existe, y con ella el poder de devolver la vida a aquello que estaba muerto.

Él es Pavel Moriche creador de @moricheatelier .

Traspasé mi sueño a sus manos, unas manos con cicatrices que saben del valor por la vida. Manos con alma, duende, y nobleza que con el mágico arte de las caricias han forjado a mi reina de hadas.

Y es que Ainé representa verdad, perseverancia, humildad y pureza, un sinfin de bonitos valores impregnados en preciosas vetas centenarias que conforman la obra más perfecta que jamás pude imaginar tener.

Será norte y guía cuando pierda el rumbo, recordándome así que rendirme nunca fue una opción."